viernes, 3 de septiembre de 2010

Cuánto más reflexivamente confusos, más sabemos; y cuando más sabemos, más seguimos reflexivos y confusos, o , para el caso, perplejos. Tal es la forma de la razón que interroga sin concesiones sobre su sentido.

Carlos Thiebaut, 1990, Historia del nombrar. Dos episodios de la subjetividad moderna. Madrid, Visor


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