Pensando Escena


Comenzamos el proceso de investigación y creación de nuestro proyecto Territorio Ausente en octubre de 2010.

Lo primero fue revisar el material bibliográfico propuesto y ampliarlo con nuevos títulos. El objetivo fue explorar y definir los límites del problema de la identidad desde una perspectiva transdisciplinar y filosófica. Indagamos en torno a sus dos definiciones: inalterable y mutable;  sobre la alteridad, memoria y extrajería siguiendo a autores como Giorgio Agamben, Marc Augé, Jean Baudrillard, Zygmunt Bauman, Gilles Deleuze, Claude Dubar, Félix Guattari, José Luis Pardo, Clement Rosset y Peter Sloterdijk. 

La búsqueda de una sola y única definición filosófica sobre identidad nos impulsó a realizar un estudio general y lineal del problema partiendo por el pensamiento griego, avanzando y deteniéndonos en algunos hitos relevantes en el desarrollo del concepto, hasta llegar a definiciones elaboradas en la contemporaneidad, trazando lo que denominamos “cronología de la identidad”. 

A continuación, nos enfocamos en abordar el asunto desde una perspectiva más cercana y actual, a partir de la discusión filosófica y sociológica contemporánea. La filosofía de las últimas décadas del siglo XX, próxima a nuestro contexto histórico, posibilitó que comprendiéramos que esa definición única que buscábamos no existía y que se trataba de una noción compleja, cambiante y en permanente cuestionamiento. 

Al finalizar esta etapa estuvimos en condiciones de concluir que identidad no es algo dado naturalmente sino una construcción cultural en constante negociación con el contexto y las expectativas. 

A partir de noviembre 2010 pasamos a la segunda etapa del proyecto llamada Planteamiento. Durante este período relacionamos la selección de materiales teóricos objetivos, con apreciaciones subjetivas acerca de nuestras propias experiencias sobre los temas investigados. Con esta metodología quisimos apropiarnos de los conceptos y vincularlos con nuestras realidades concretas. 

A mediados de mes obtuvimos un primer marco teórico al que titulamos “estado de la cuestión” con el cual pudimos desarrollar un primer planteamiento del tema. En consecuencia, nuestra tesis de partida fue modificada y complementada con nuevas nociones. 

Me explico: Inicialmente propusimos que la identidad era un conjunto de rasgos inmóviles, creados de forma natural a partir de la cultura y el estado de nacimiento. Que la condición de extranjeros provocaba un desplazamiento de esas certezas identitarias, desencadenando en el sujeto un estado de fragilidad y pérdida de auto reconocimiento. El primer planteamiento que incorporamos consistió en que por identidad se entienden dos nociones opuestas e inseparables entre sí. La primera dice que identidad es una esencia inmóvil (mismidad) y la segunda que es una esencia en permanente transformación (ipseidad). Por lo que concluimos que todos los individuos, estén o no fuera de su país, se enfrentan al mismo problema: a negociar constantemente entre lo que se ha quedado fijo en su identidad con todo aquello que está siempre cambiando, ya sea dentro como fuera de sí. Esto equivale a decir que vivimos en un permanente estado de creación de nuestra identidad y que por ello no existe una solo definición que esclarezca su naturaleza. 

Con este material comenzamos el proceso de escritura del primer borrador de texto y la creación de los primeros planteamientos de la partitura escénica.

En diciembre de 2010, en la fase Práctica, el marco teórico pasó desde el planteamiento de un “estado de la cuestión” a una serie de enfoques conceptuales y concretos sobre la experiencia de la identidad en relación a la memoria y la extranjería. Conceptos como transformación, movilidad, inclinación, identificación, diferencia/igual, pertenencia y principalmente identidad como construcción cultural, fueron traducidos a materia textual y escénica. 

El primer texto resultante estuvo constituido por treinta páginas de escritura divididas por temas. La primera partitura escénica estuvo compuesta por quince cuadros escénicos también divididos por temas. A fines de diciembre, realizamos cinco ensayos en los que pusimos en cuerpo y espacio todo el material obtenido a la fecha. Colaboraron en esta etapa el coreógrafo y bailarín chileno Nelson Avilés y la performer de nacionalidad italiana Michela Depertris. Los ensayos tuvieron por objetivo experimentar la sonoridad del texto, su comprensión, su capacidad de afectar tanto intelectual como emocionalmente al espectador, así como de indagar estrategias de enunciación y relación con otros planos materiales. 

Con los elementos escénicos disponibles, nos aproximamos a la potencia de las imágenes, las acciones escénicas, la simultaneidad y disposición y composición de los planos. Evaluamos la eficacia de una poética contemplativa y próxima al paisaje. 

Estas sesiones de trabajo fueron grabadas en forma de ensayos visuales, pues nuestra intención fue que se constituyeran en estudios complementarios al resto de los componentes.

Con la experiencia de los ensayos comenzamos en el mes de Enero de 2011 la cuarta etapa Finalización de Creación. Corregimos y perfeccionamos el primer borrador de texto y partitura escénica para obtener el material final. Algunas de las determinaciones que tomamos fue que en función de su calidad y longitud, más el deseo de constituir un objeto dramatúrgico emancipado de la puesta en escena, el texto escrito tuviera dos versiones, una completa y otra aplicada a la puesta en escena. Renunciamos a cercenar el resultado de la escritura liberándolo de la obligación de articular la composición escénica. Esta fue la estrategia que desarrollamos para experimentar con diferentes disposiciones del texto en relación al resto de los planos materiales. 

A este procedimiento se le conoce como parataxis, y en nuestro caso, facilitó un equilibrio entre el plano del texto y el plano de la acción, permitiendo que la escena recuperara su capacidad de comunicar no verbalmente. 

En cuanto a la partitura escénica, también decidimos eliminar cinco cuadros para ajustarnos a un tiempo pertinente de presentación, de manera que en total la partitura contó con diez cuadros independientes entre sí, no sujetos a una concatenación obligatoria. Con estas modificaciones, el trabajo de montaje real podría ser organizado de forma libre y orgánica.

Finalmente, durante Febrero de 2011, realizamos la etapa de Síntesis y Evaluación, consistente en afinar el material textual y escénico, elaborar el informe de investigación y creación y realizar evaluaciones sobre el proceso de creación de Territorio Ausente.

Comentario 1



Darle cuerpo y materia al proceso de reconcimiento de nuestras identidades personales en tensión con un contexto cambiante y en movimiento, supone que nos reconocemos incompletos, en permanente construcción. Esta reflexión trasladada al proceso artístico también implica la renuncia a la pretensión de una respuesta, a la elaboración de estructuras lineales, porque ambas estrategias no reflejarían la complejidad de la relación entre memoria y presente, devenir y pertenencia.


Comentario 2



Haciendo referencia a las posibles puestas en escena resultantes, al decir cuerpo no me refiero a un cuerpo humano, tampoco animal, ni siquiera a un cuerpo determinado. Utilizo la idea de cuerpo como territorio tridimensional que alberga una serie de elementos teóricos y materiales, que en su conjunto, definen a una cosa en singular. Materia, porque la escena se trabaja a partir de sustancias que solas o combinadas producen fuerzas, potencias y sentidos.